Días de vino y rosas: Resumen del curso de Coaching para Traductores
Este curso vino precedido por una gran polémica en la lista Traducción en España. ¡Cómo resistir la tentación! Además, en las ciudades de provincias, la oportunidad de asistir a un curso de estas características no se presentan todos los días. Así, pues, una veintena de tradunorteños dejó inaugurada la veda para futuras reuniones.
Llegué antes las diez a La Casa de los Periodistas en Logroño y allí estaban los responsables del curso: Isabel Espuelas Olagaray, quien organizó todo impecablemente, y Xosé Castro, quien a estas alturas, creo, no necesita presentación. El curso estaba dividido en introducción, cuatro partes y un epílogo.
Introducción: ¿Qué quieres ser de mayor?
Lo principal es saber cuál es tu objetivo vital y adecuarlo al laboral. ¿Quieres trabajar para vivir o vivir para trabajar? ¿Se puede vivir bien de la traducción? Por supuesto que sí, pero antes de recoger la cosecha, hay que sembrar. Prepárate para la acción, fórmate, planea tus movimientos.

1) Los instrumentos y el entorno de trabajo
Ya lo dice Xosé Castro: «El ordenador es la máquina de hacer dinero». Para domesticar a los ordenadores cual potrillos salvajes, no necesitas a Robert Redford, solo hay que ir conociendo cada día un poquito mejor tu ordenador. Tecla, ¿tú para qué sirves? ¿Tú sola no puedes y con amigas sí? Word no es un invento del diablo, es tu mejor amigo. Google puede hacerte la puñeta cuando cambia el algoritmo, pero también tiene sus truquitos. Hay aplicaciones que el día que las instales te preguntarás cómo pudiste vivir si ellas tanto tiempo. A mí me pasó con Evernote. ¿Que eso es imposible? Entonces mejor Pulsa F1 o los vídeos educativos de Xosé. Tampoco es mala idea ir a su próximo curso de informática productiva.
La organización sistemática no es algo puramente estético. Ya sea en el escritorio virtual, ya sea en el real, debes encontrar tu sistema organizativo, por ejemplo, puedes ordenar tus archivos según el sistema año, mes, día en tu equipo informático. Más ideas sobre el tema, en el número 5 de la Linterna del Traductor o en El traductor en la sombra.
Los más jóvenes, a menudo, no vemos los riesgos laborales que amenazan al traductor descuidado. La tendinitis, el síndrome del túnel carpiano, el estrés, la ansiedad, la pijamitis y un sinfín de dolencias habituales entre los profesionales autónomos sedentarios. Yo he sufrido pijamitis aguda, pero creo que la superaré. Me automedico con estilo. Lo mejor es prevenir. Cuida la ergonomía. Invierte en salud.
2) El profesional profesional: El que soluciona los problemas
Ser buen profesional no es lo mismo que parecerlo. Aunque hoy la frontera parece difusa, el buen traductor es un curioso insaciable, cuyo prólogo es la facultad. Además, a partir de ahora se lleva el modelo «lingüista activista», emprendedor, motivado, polifacético, sin prejuicios y con autoestima. ¡Ah! Y que le gusten las nuevas tecnologías.
Dar una buena imagen profesional es fácil con ayuda de las redes sociales, pero no son la panacea. Basta con una página web básica hecha con Wix o WordPress y un dominio propio. Tu nombre «artístico» deber ser fácil de entender y recordar incluso si se lo dices a un extranjero cuando estás de copas a las tres de la mañana. Quién sabe si ese será el principio de una hermosa amistad.
Ve hasta el infinito y más allá. El mercado español no es el único. Crea y cuida tu red de colaboradores. Como dicen las madres, mira a ver con quién te juntas y evita, siempre que puedas, las relaciones tóxicas. «Súbete a hombros de gigantes». ¿Y el currículo? Ponte que mejor se adapte a la ocasión, formal, elegante, moderno, cool. Pero que tampoco parezca un disfraz de carnaval, ¿no?
3) Las redes sociales y tú
Úsalas con mesura, como nos recomienda Isabel García Cutillas. y aprovéchalas para socializar. Twitter, los blogs, Facebook, LinkedIn, los portales para traductores son plataformas de publicidad muy económicas y eficaces si las usas con sentido común y una mínima estrategia.
Sin embargo, no todo es marketing en esta vida. El dinero también tiene cierta importancia porque aún no hemos vuelto al sistema de trueque. ¿Cuánto vale mi hora de trabajo? Usa Calpro y lo averiguarás. Para ganar pasta, es fundamental tener un plan de negocio. Hasta para concederte subvenciones te lo piden, así que mejor ve haciendo el tuyo.

4) ¿Dónde están mis clientes?
Haz tu análisis DAFO y un estudio de mercado. ¿Cuál es tu objetivo? Prepárate bien para encontrar a tu futuro cliente. Busca tu gancho y déjate querer. Si le salvas la vida a tu cliente, se acordará de que tú eres su redentor. Mima y cuida al cliente de verdad, como te gusta que te traten a ti, no como las dependientas que le hacían la pelota en Pretty Woman. Los clientes nos necesitan, pero ellos aún no lo saben.
Busca clientes antes de que llegue la crisis, con la barriga llena, antes de que el amor se esfume, antes de que se olviden de ti, antes de que caigan en desgracia. ¿Que ya hay crisis? Bueno, pero habrá otros que nos necesiten igualmente. Si no, para eso está la publicidad, para generar necesidades.
Epílogo: Recapitulación y mantras
Cito textualmente porque esta es mi lista de tareas futuras:
- Hazte visible: Busca tu eslogan, nombre, seña.
- Trabaja tu aCtitud.
- Acorta las distancias… Siempre.
- Ofrece, no pidas.
- Demanda, no preguntes (tarifas).
- Mima a tu cliente. Mima a tu PM.
- Nunca des portazos: El mercado recuerda.
- Cuida tu imagen pública: No vendas mal rollo.
- El que no fracasa, no vive: error = peldaño.
- Aprende a decir que no.
- Practica tu asertividad.
- Obsérvate, sométete a terapia [de choque, si es necesario].
- Sé creativo, empápate de inspiración ajena. [Aprendemos por imitación]
- Ninguna idea es loca.
- Mira qué hacen en otros sectores: imita, plagia, reproduce, innova [A mis alumnos, si me leéis: En los trabajos de clase hay que citar siempre. Plagio = ERROR. Cita = ACIERTO.]
- Be a problem-solver, not a problem-idenfier. [Si no sabes cómo arreglarlo, no descubras el marrón]
- Trata como te gustaría ser tratado × 2. [Sé japonés con tus clientes. Bueno, a lo mejor no hace falta hacerles reverencias.]
Yo tengo un plan. ¿Y tú? ¿Ya tienes tu plan?
Otros artículos:
«1001 consejos de Xosé Castro en el curso Coaching para traductores» de Nathalie.