Ayer llegué de de un largo viaje con buen sabor de boca, pero he decidido dejar una día de reflexión antes de escribir mis impresiones sobre las Jornadas de Asetrad «Traducción, interpretación y mercado: medidas prácticas para momentos difíciles», que se celebraron los días 14 y 15 de mayo en la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla.
Sobre las primeras intervenciones del programa, realizadas por Alicia González y Carmen Expósito no puedo decir nada, no puedo opinar, puesto que me las perdí. Menos mal que Olli ya hizo su reseña en su blog La paradoja de Chomsky. Ciertamente parecían muy interesantes y me da bastante pena habérmelas perdido.
Cuando llegué el viernes por la mañana al Salón de Grados de la UPO ya había empezado la charla del abogado Santiago Osuna (Fiscalex) cuyo título ya la hacía atractiva: ¡Qué horror, encima Hacienda!: Agobios fiscales de un traductor en tiempos de crisis. Su presentación fue muy clara e instructiva y el turno de preguntas podría haberse alargado hasta el infinito y más allá, pues el tema de la fiscalidad para los traductores a menudo nos resulta demasiado complicado. Estos fueron algunos los aspectos que me más me llamaron la atención:
- Las diversas fórmulas contractuales para establecer una sociedad (civil o limitada, que suelen ser las habituales para empresas del sector).
- El uso del criterio de caja para profesionales autónomos y sociedades civiles, que ha de solicitarse a Hacienda formalmente, para poder tributar solamente lo que se ingresa .
- Los gastos deducibles y no deducibles. Podemos deducirnos cursos, adquisición de material como libros y otras publicaciones, viajes profesionales, comidas y desplazamientos. Sin embargo, no son deducibles los gastos en los que se incurren para ir al trabajo habitualmente ni los gastos en ropa profesional (qué pena, no nos podremos desgravar ese Chanel tan mono y tan caro que nos sentaría tan bien si tuvieramos que interpretar en una conferencia) ;).
- Si se emite una factura antes de el cliente, es recomendable añadir una cláusula de salvaguardia que indique que la factura no está pagada a no ser que se le adjunte un comprobante de pago.
En la ponencia Embedding employability in the curriculum and building bridges between academia and the work-place: a critical analysis of two approaches, Fanny Chouc y Elisa Calvo expusieron cómo se puede integrar en los programas universitarios de formación de traductores destrezas que mejoren la inserción laboral de los licenciados o graduados en Traducción e Interpretación. Para ello, es preciso desarrollar destrezas como que permitan que los alumnos se adapten a nuevas situaciones fácilmente, tomen decisiones adecuadas, hagan las preguntas pertinentes cuando sea necesario, sepan innovar y estén predispuestos para la formación permanente. Así, pues, las ponentes sugerían integrar en el aula actividades lo más parecidas posibles a la situación que se da habitualmente en los centros de trabajo. Desde mi punto de vista, poner a los alumnos en una situación parecida a la realidad laboral (o directamente basada en hechos reales) puede funcionar muy bien si se es capaz de reproducir tales circunstancias, aunque dentro del aula no siempre es fácil. Creo que por eso comentaban que se había hecho una experiencia con alumnos en un juzgado, donde tenían que interpretar en un simulacro de juicio. ¡Uf, eso tiene que imponer!
Marián Morón nos habló de los perfiles profesionales de los licenciados en Traducción e Interpretación en la experiencia Lenguas Aplicadas Europeas (LAE) en Perfiles profesionales en Traducción e Interpretación: análisis DAFO en el marco de la sociedad multilingüe y multicultural . Brevemente, por razones de horario, nos expuso las Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas (lo que se llama análisis DAFO) características de los licenciados con esta titulación. Como tenía un día optimista, solo me quedé con las partes positvas: no tenemos miedo a viajar, conocemos y nos adaptamos a nuevas culturas, hablamos varios idiomas gracias a estancias en el extanjero, tenemos destrezas comunicativas orales y escritas… Creo que todos tendríamos que hacernos un análisis de estos igual que deberíamos revisarnos la vista periódicamente ;).
En mi más bien corta experienca asisitiendo a jornadas, congresos y otros saraos, los recreos son siempre la guinda del pastel. En esos momentos tienes la oportunidad de conocer a personas fantásticas con las que compartes mucho más que una profesión. Pero eso mejor lo cuento mañana, que ya me he enrollado bastante por hoy.